Sobre los cuatro elementos


Cuando nos remitimos a determinados aspectos de lo que denominamos "iniciación", sin duda pueden venirnos a la mente las siguientes preguntas
¿Pruebas o Purificaciones?
¿Alquimia o no alquimia?
Para reflexionar sobre las mismas he querido aproximar determinadas pesquisas y argumentos del Hermano D. D. que considero presenta un esquema y un seguimiento de esta temática de gran interés.

En las Logias escocesas del Siglo XVII la recepción de un nuevo Aprendiz comportaba diversas intimidaciones y humillaciones que revelaban más una novatada que cualquier tipo de “transmisión de una influencia espiritual” (ver David Stevenson “Los orígenes de la Francmasonería. El siglo escocés 1590-1710”), de lo cual aún queda algo en nuestra época actual.

En los inicios ingleses, si 1717 vio el nacimiento de la Gran Logia de Londres y Westminster, fue durante los años 1720-1730 cuando se crearon las características principales de una Orden tal y como persiste aún hoy en día: desdoblamiento del primer grado, aparición de la leyenda de Hiram, formación de logias en el Continente europeo.
En esta época, el candidato a la recepción (the making of a mason), ya que aún no se hablaba de iniciación, experimentaba unas pruebas desprovistas de todo carácter purificatorio: despojamiento de metales, desnudo parcial, privación de la vista.
Estas primeras ceremonias no hacían ninguna referencia a la Alquimia, Cábala o a ninguna Mística Rosacruciana.

En 1730, año de la aparición de la “Masonry Dissected” de S. Prichard, el recipiendario efectuaba una vuelta a la Logia (los ingleses no utilizan el término viaje). Este movimiento es, en efecto, el origen de los “viajes” franceses que perviven a día de hoy. Esta vuelta subsiste, inmutable, en las logias anglosajonas donde es el pretexto de la presentación del Candidato a los Vigilantes y después al Venerable.

Los inicios de la masonería francesa se caracterizaron por la coexistencia más o menos armoniosa de logias “jacobitas” (ingleses, escoceses e irlandeses exiliados partidarios de la derrocada familia de los Stuarts) y los “anglicanos” (ingleses y franceses iniciados en Londres, y franceses iniciados en París por ingleses).

En 1737,  en la divulgación de Réné Hérault, teniente de la policía de París, este no tuvo inconveniente en descubrir los secretos de los masones gracias a una dama de dudosa virtud que los sonsacó a uno de sus amantes. Hérault los publicó bajo la forma de un panfleto “La Réception d’un Frey-Maçon”. En esta época no se decía Franc-Maçon, sino Frey-Maçon o Fri-Maçon, lo que indica bien el origen británico de la Orden en Francia. Tampoco se habla de iniciación, sino de recepción. El término iniciación hará su aparición, de forma muy tímida, en el vocabulario masónico francés en el último cuarto del Siglo XVIII.
El postulante, privado de la vista, despojado de sus metales y joyas, con su rodilla derecha desnuda, el pie izquierdo en pantufla, es introducido por su padrino. Se le hace dar tres vueltas y tras reafirmar su convicción pronuncia su compromiso, tras lo que se le reviste con su mandil y guantes para recibir, posteriormente, la explicación de los secretos de los dos grados, aprendiz y compañero (en esta época los dos primeros grados eran conferidos simultáneamente, tanto en Inglaterra como en Francia), con la comunicación de las palabras J y B. Más adelante Hériault describe el ritual de mesa con sus términos sacados de la vida militar y la aclamación “Vivat”.

El panfleto resume bien lo que la masonería francesa debe a Inglaterra: la preparación del candidato, la obligación y sus castigos, tan sanguinarios como fictícios, el uso ritual del compás, la vestimenta (mandil y guantes) así como las palabras J y B. Identifica también las principales innovaciones francesas, desconocidas aún hoy, con respecto a las logias británicas: tres viajes y no uno solo, el círculo de espadas, la entrega de guantes de mujer, la aclamación “Vivat” y los trabajos de mesa.
Lo que está claro además, es que no hay ni elementos ni purificaciones.

Los rituales auténticos de los siguientes años así lo demuestran. Buen ejemplo de ello serían por ejemplo los rituales del Marqués de Gages y su logia de Mons “La vraie et parfaite Harmonie” (1767) o el de Lyon de 1772.

Recordemos que para esa época los ritos como tal no existían. Su génesis fue el resultado de la aparición incontrolada de los Altos Grados denominados Escoceses, que podríamos situar entre 1745 y 1785. Su desarrollo comporta a grandes rasgos tres etapas:

-          Aparición espontánea, independiente, de grados inéditos de proveniencias diversas;
-          Su organización en serie jerarquizados;
-          El establecimiento de un poder regulador en la cúspide de dicha serie.

El escenario es simple. Una logia recibe a un extranjero que susurra que detenta los “verdaderos” secretos de una orden sublime. Los masones del lugar, atraídos por lo desconocido, se precipitan, y por algunos escudos se hacen recibir Gran Elegido, Caballero de Oriente, Príncipe Rosacruz. La desilusión es rápida, a la altura de sus ilusiones primeras. Ello no impide que nuestros seguidores soliciten muy pronto su admisión a otros misterios, más sublimes todavía y con títulos aún más sonoros: caballero Kadosh, del Vellón de Oro o del Sol, Emperador de Oriente y de Occidente. Así nacerían unas series de Altos Grados, a los que se bautizó posteriormente con el nombre de rito, palabra tomada de la Iglesia (rito latino, ortodoxo, copto, maronita, …).
En su origen, estos ritos solamente designaban estas construcciones, a menudo heteróclitas, de grados “superiores” que pretendían completar la enseñanza de los grados simbólicos.
Pero tuvieron una consecuencia de gran tamaño: el contenido de los grados azules fue revisado para adaptarlo al mensaje de los Altos Grados, con el fin de “preparar” mejor al futuro candidato a las enseñanzas por venir.
Los ritos de purificación son contemporáneos a esta evolución. Una de las primeras menciones podemos encontrarla en un catecismo de un Alto Grado de 1749 denominado “Petit Écossais Apprenti”:
“Pregunta: ¿sois Escocés?
Respuesta: Sí, lo soy. He sido purificado por el agua y por el fuego.”
De hecho los elementos y las purificaciones son inseparables del Escocismo, este movimiento de origen francés.
En el grado de “Maestro de Logia” (equivalente continental de la Instalación “esotérica” inglesa, que fue enseguida incorporado en la escala del REAA donde ocupa el 20º lugar), el recipiendiario es recibido entre el “hierro y el fuego”, porque es “purificado de la cabeza a los pies por el hierro y el fuego”.

Pero los elementos no son los únicos medios de purificación. En otros lugares, éstas se harán mediante perfumes, como en algunos Altos Grados de la masonería “egípcia” (1778-1784) de Giuseppe Balsamo, Cagliostro, apareciendo las purificaciones por incienso, mirra, benjuí o bálsamo del Perú, por ejemplo (grados de Compañero y Maestro del Interior).

Pasemos a efectuar, a modo de ejemplo, un breve recorrido por algunos de los más significativos Ritos continentales de la época, donde se muestra que los ritos de purificación eran cosa corriente en los Altos Grados.

Rito Escocés Filosófico.
Este rito nació en el Midi francés, en Marsella y Avignon. Fue practicado en París por la logia “Saint Jean du Contrat Social”.
Encontramos la purificación por el agua después del primer viaje, la purificación por el fuego después del segundo y la de la sangría después del tercero.
Este rito Filosófico es un claro ejemplo dentro del inacabado debate sobre las “influencias exteriores”, estas hipotéticas escuelas esotéricas, cabalísticas y alquímicas que se habrían injertado sobre el cuerpo masónico.
Ya su título “filosófico”, que no es un derroche de modestia, parece más bien una de esas atracciones que pretenden proporcionar destellos sobre muchos aspectos.
Remarquemos simplemente que si los rituales “filosóficos” comportan dos elementos, y no cuatro, no hacen ninguna referencia, ni siquiera velada, a la Gran Obra. Sin embargo se puede ver en las purificaciones por el agua y el fuego un recuerdo del bautismo (agua) y de la purificación por el Espíritu Santo (fuego).

Rito Francés Moderno.
Debido a la preocupante proliferación anárquica de los Altos Grados, y con el deseo de poner un cierto orden, aparece el Gran Capítulo General de Francia, a tal efecto, creando una estructuración, que será reconocida por el Gran Oriente de Francia en 1786, consistente en un sistema de Cuatro Órdenes (familias de grados, con un ritual representativo: Elegido, Escocés, Caballero de Oriente, Rosacruz) más un Quinto Orden (que contiene todos los grados físicos y metafísicos y todos los sistemas). Además, desde 1783 a 1786, la Cámara de Grados redactó para los Grados Simbólicos un ritual denominado “Régulateur du Maçon” (editado en 1801). Este modelo fue que se quiso imponer a todas las logias de la correspondencia. Este rito calificado a posteriori como “Francés” o “Moderno” no deja de ser una síntesis de los denominados Grados “Escoceses”, aunque pretenda desmarcarse de la denominación de otros ritos con dicho calificativo. Los grados azules, sin embargo, son incontestablemente de origen británico. En ellos las pruebas por el agua y por el fuego se presentan en el segundo y tercer viaje, testimonio claro de la influencia escocesa.
La descripción del Gabinete de Reflexión no contiene en absoluto la palabra VITRIOL. Sin embargo señala la presencia del vaso de agua, de sal y azufre, así como la representación de un gallo, un reloj de arena y otras máximas murales.
Si bien el concepto de purificación aparece referido al agua, nos muestra una aproximación novedosa al concepto de pruebas, aunque estas reminiscencias a los anteriormente citados bautismos son también evidentes.

Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
No tardando surgió un recién llegado, presentado como formidable, intrigante, muy seguro de sí mismo a pesar de sus inciertas raíces. A parte de sus 30 grados, posteriormente se propusieron tres nuevos grados azules, como pretendidamente detentor de la auténtica tradición de los Antiguos, y de hecho, inventados por necesidad para la causa.
La “Guide du Maçon Écossais” (circa 1820) solamente menciona una purificación, la del fuego en el transcurso del tercer viaje, no comportando ninguna los dos primeros. Esto es una buena prueba de que no está en el REAA el origen de las cuatro purificaciones..
Los rectores del sistema comprendieron pronto que ahí había una laguna que debía subsanarse. La purificación por el agua reapareció en el segundo viaje.

El aire y la tierra
Hasta entonces (salvo el RER para la tierra) nuestros rituales no hablan ni de aire ni de tierra.
El uso de preparar al candidato en una cámara oscura está atestado desde los orígenes de la masonería francesa e inglesa. Subraya el paso de las tinieblas a la luz, tema central de la recepción masónica desde los primeros documentos ingleses (1720-1730).
El primer viaje no comportaba ninguna alusión al aire. El recipiendario es movido, sacudido, y se le explica que este primer viaje ruidoso representa el tumulto de las pasiones, los conflictos de los intereses.

El Siglo XIX vio en la estancia oscura y los peligros del primer viaje las pruebas purificadoras suplementarias, por la tierra y el aire. Clavel cita estas nuevas purificaciones desde 1843.

Remarquemos sin embargo que no hay necesidad alguna de la alquimia para justificar los cuatro elementos.
La división de la Materia en cuatro elementos constitutivos es una concepción tradicional de una rara banalidad. Este añadido se refiere explícitamente a las “antiguas iniciaciones egipcias” (ver Cauchois y Ragon), y por otra parte, el término iniciación en esta época es extensamente utilizado para designar la ceremonia de recepción.

El ritual oficial del GOF, revisado por Amiable en 1887, suprimió las pruebas, citándolas en un comentario donde pone de manifiesto que los masones continentales habían introducido particularidades ajenas a las tradiciones británicas iniciales. Es así como aparece la propuesta de simbolizar en los viajes la infancia, la juventud y la madurez.

Este rediseño de los rituales hirió ciertas susceptibilidades, como la de Oswald Wirth, autor de una trilogía que sigue siendo, cuestionablemente, un best seller de la literatura masónica. A Wirth le gustaba el ocultismo que florecía en este fin de siglo y dispuso a la masonería a una curiosa moda. Para Wirth, la reunión de los elementos asimila la iniciación masónica al proceso alquímico: la transformación de un profano en un iniciado recuerda e imita la trasformación de la materia en el Atanor.
Este nuevo barniz complació a algunos de sus contemporáneos, respondiendo a un gusto por el misterio y lo maravilloso, mucho más fácilmente que el simbolismo hermético, abstruso y formidable apenas comprendido en nuestros días. Esta obscuridad permite cualquier tipo de desarrollo sin riesgo a ser contradicho. Permite decirlo todo y cualquier cosa, así que lo contrario.

Después vino Guénon que vio en la alquimia un aspecto particular de un esoterismo más vasto. Hizo de la iniciación una convulsión ontológica por la acción de una influencia espiritual adjuntada a una organización iniciática tradicional. Un proceso que, se quiera o no, se relaciona con lo que denominamos magia.

Conclusiones
La historia nos muestra que las pruebas o purificaciones, ignoradas en el origen, aparecieron sobre 1750 solamente en los Altos grados, para después imponerse en los grados azules, únicamente en el continente.
La teoría de los elementos en una concepción común desde la Antigüedad. Platón la expone en el Timeo. Los primeros cristianos también la conocían. La estructura cuaternaria de la materia es común en casi todas las tradiciones.

A finales del XIX algunos cayeron en cuenta de que los elementos podían conectar con la alquimia. Esta nueva lectura se insirió con toda naturalidad en el sistema guénoniano, aprehensión global de la totalidad cósmica, de su organización y de su finalidad, lo cual nos conduce a una Tradición Primordial. Esto supone la realidad de una iniciación, en el sentido guénoniano del término en los constructores de la Antigüedad, y una continuidad (supuestamente de hecho y de intención) entre estos constructores y los francmasones de hoy. Algunos defensores de este punto de vista se escudan diciendo que la mejor prueba de la existencia de esta continuidad esotérica secreta es precisamente que ésta no haya dejado ningún rastro en la historia. Ninguna prueba es capaz de apuntalar estas afirmaciones y se trata, de hecho, de una fábula.

Recordemos que la francmasonería es una sociedad “convivencial” que vio el día en una época, el Siglo XVIII, y en un país, Inglaterra, que salía de años ensangrentados por la intolerancia asesina y las guerras fratricidas.
La lectura de los antiguos rituales revela el lento proceso por el cual los sucesivos depósitos fueron recubriendo el núcleo original. Lo que era en principio la acogida en una sociedad reservada se convirtió en una ceremonia compleja y presuntamente cargada de significado.

Joaquim Villalta, V Orden, Gr.·. 9 y Último del Rito Moderno o Francés, 33º R.E.A.A.
M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la Vª Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo General del Rito Moderno y Francés de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano
Gran Canciller para Europa del Gran Oriente Nacional Colombiano
Miembro Honorario del Soberano Supremo Consejo del Grado 33 para el Escocismo de la República del Ecuador
Miembro del Supremo Consejo del Grado 33º y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado de la Islas Filipinas
Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze
Miembro del Suprême Conseil du 33e Degré pour la France du Rite Ancien et Accepté (Cerneau's Rite)
Pasado Presidente de la Confederación Internacional de Supremos Consejos del Grado 33º del R.·. E.·. A.·. A.·.
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Escocés Antiguo y Aceptado
Gran Comendador del Soberano Gran Consejo de los Príncipes del Real Secreto de España, Rito de Perfección
Sec.·. Gen.·. del Santo Imperio del Supreme Council 33rd Ancient Scottish Rite of Heredom 1807
Masonólogo

Sobre la última publicación de Víctor Guerra alrededor del Rito Francés

"Tempus Fugit". Han pasado ya más de dos décadas colaborando, investigando y haciendo humildemente pedagogía masónica con el Muy Ilustre Hermano Víctor Guerra alrededor del Rito Francés, el más antiguo, formal y simbólicamente, denominado también como el Rito de los Modernos, o "Rit Primitif" por Roëttiers de Montaleau, en un esfuerzo de mostrar un régimen masónico y desconocido en Iberoamérica, donde fue corrompido por intereses e interacciones varias, y que mediante nuestros trabajos pretendimos realzar y revalorizar el lustre que tuvo en un momento dado y su auténtico valor como compilador de todo el Escocismo continental.

Este esfuerzo ha dado sus frutos, pero la ignorancia es atrevida, y prosigue un analfabetismo masónico, en donde el dominio jerárquico de otros sistemas rituales dentro de las obediencias, han sido las responsables de que la visión del Rito Francés o de Fundación, siga existiendo en las neblinas, hasta el punto de desaparecer su práctica por 150 años en los Órdenes Superiores en el país que se encargó de su compilación. Así, las coyunturas sociales, políticas y religiosas, hicieran por ejemplo que el Regulador del Masón, compilación simbólica oficial del Gran Oriente de Francia con los Grados de Aprendiz, Compañero, Maestro, los Trabajos de Mesa, Maestro de Logia y Maestro Perfecto Escocés de Inglaterra, quedaran, cercenados por el efecto de la revolución francesa, a su publicación en los simplemente tres simbólicos y sus trabajos de Banquete. Pero eso es ora historia.

En esa efervescencia del Escocismo del XVIII se sumerge Víctor Guerra abordando un complejo trabajo de análisis y reflexión de los 63 grados que componen la 7 primeras series de Grados de las Ordenes Superiores de la V Orden del Rito Francés, donde sus series 8 y 9, que configuran la V Orden que "comprende todos los grados físicos y metafísicos de tosos los sistemas en vigor" quedó constituida como una cámara de administración y de estudio, por la estructura al margen del Gran oriente de Francia creada en 1784, el Gran Capítulo General de Francia, presidido por Jean Pierre Graffin en su fundación y donde dentro del grupo de trabajo estaba, obviamente, su alma Mater, el MIlH Alexandre Roëttiers de Montaleau, y que se encargó de llevar a cabo esa ingente labor de coordinar y reordenar el caos obvio que supuso la proliferación de los Altos Grados a diestro y siniestro, dejando una compilación de gran valía en el número de 81 Grados.

El buen amante del estudio y desarrollo masónico, su fuente y origen del devenir del Escocismo, quedará plenamente perplejo y a a vez satisfecho, por el trabajo de Víctor Guerra, pues obtendrán un salario de conocimiento y aprendizaje excelente, sobre un análisis hasta ahora no realizado en profundidad en nuestro país.

Así pues, no me resta más que recomendar sinceramente que se hagan con esta obra, la cual, a mi parecer, le queda aún una última parte aún por realizar, para cerrar el legado de la V Orden de forma conclusiva, en una estructura ritual que llegó en 1808 a proponerse ir más allá a través de la potestad para otorgar más allá del considerado Nec Plus Ultra R+. Llegaaron tarde, y fue oro rito venido de América con alma francesa, el que les comió el terreno y tomó el mando en las esferas del Gran Colegio de Ritos. Pueden adquirir "Los 63 rituales de la V Orden del Rito Francés" en https://www.masonica.es/libro/los-63-rituales-del-arca-de-la-va-orden-del-rito-frances_159961/ 

Joaquim Villalta, V Orden, Gr.·. 9 y Último del Rito Moderno o Francés, 33º R.E.A.A.
M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la Vª Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo General del Rito Moderno y Francés de Portugal
Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano
Gran Canciller para Europa del Gran Oriente Nacional Colombiano
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Miembro del Suprême Conseil du 33e Degré pour la France du Rite Ancien et Accepté (Cerneau's Rite)
Pasado Presidente de la Confederación Internacional de Supremos Consejos del Grado 33º del R.·. E.·. A.·. A.·.
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Escocés Antiguo y Aceptado
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Sec.·. Gen.·. del Santo Imperio del Supreme Council 33rd Ancient Scottish Rite of Heredom 1807
Masonólogo


Judea, Nazaret, Rafael, Judá

 JUDEA, NAZARET, RAFAEL, JUDÁ


Los Trazados que estamos realizando en mi Sob\Cap\ siguen el orden de la instrucción del grado 7 del Rito Francés de los Modernos y cada vez que reviso esta instrucción tengo más claro que a mi entender está al revés, aunque la arquitectura trazada se la correcta, es decir el principio es el fin y el fin el principio.

Mis estimados PP\CC\, como ya he dicho en alguna ocasión mi concepción del ser humano está compuesta de una forma material y otra espiritual donde esta última esta oculta, casi perdida en nuestro interior y el fin al que anhelo, es poder equilibrar estas dos formas en lo que yo entiendo como piedra cúbica con punta, para poder elevar mi parte espiritual hasta hacer desaparecer la materia de mi ser y así ascender por la punta del prisma a los mundos superiores y reintegrarme en el G\A\D\U\

La recepción a cualquier grado en la francmasonería significa que el H\M\ ya tiene las Htas\ para empezar a trabajar en él, para poder llegar a ser digno de él, por lo tanto, el fin es en mi caso, ser reconocido como Rosa+Cruz; pero es la primera pregunta de la instrucción; para poder empezar a trabajar en este aprendizaje he de poder asistir a los Cap\ para lo que necesito la palabra, el signo y el toque que es lo último de la instrucción. Este principio y final es común en cualquier instrucción de grado y creo que en cualquier rito masónico.

Lo que me parece hermoso y diferencial de este catecismo es el hecho que en el cuerpo del mismo sigue la misma línea, es decir en primer lugar habla de la parte espiritual y sigue con la parte material y este desarrollo es lo que para mí hace este grado universal a cualquier escuela iniciática y aunque desconozco otros  grados no creo que tengan el potencial y el espíritu de este.

Acabo de caer en este mismo instante en que es en sí mismo un “árbol de la vida”, donde por encima del mismo estaría el S\P\R+\, y hacía abajo la espiritualidad identificada con la unidad trinitaria L\I\F y la forma material con el cuaternario formado por el también acrónimo J\N\R\J\

¿Por qué he mencionado al comienzo de este trazado la piedra cúbica de punta?

Existe un concepto que nos es legado de las escuelas de misterios egipcias, denominado “La Constitución Septenaria del hombre” donde habla de la división del cuerpo físico y parafísico en siete elementos, separados en una unidad trinitaria que corresponde a los elementos espirituales y otra cuaternaria con los elementos terrestres, esto no deja de ser un triángulo y un cuadrado que al unirlo por las bases forma un polígono y si esta figura la vemos en tres dimensiones tenemos la piedra cúbica en punta. Solo como curiosidad diré que el cerebro humano no está capacitado para comprender imagines en dos dimensiones, en principio solo en tres, si no que se lo pregunten a cualquier dibujante técnico.

También como información y si algún P\C\ quiere indagar más las similitudes entre “La Constitución Septenaria del hombre” y nuestra instrucción os las expongo en el siguiente gráfico:

Elementos espirituales

Elementos terrestres

                          Espíritu puro

                          Cuerpo mental concreto

                          Cuerpo intuicional

                          Cuerpo psicológico

                          Cuerpo mental superior

                          Cuerpo vital

 

                          Cuerpo físico

 

Tras haber dejado dispuestos los cimientos de esta plancha me propongo levantar la arquitectura de la misma:

Cualquier escuela iniciática basa su aprendizaje en viajes del recipiendario y el motivo es el conocerse, renovarse y transmutarse, cada viaje es personal e intransferible y esta es una razón por lo que se aceptan preguntas sobre los viajes, pero nunca se dice lo hallado y donde, ya que eso es único al buscador.

¿De dónde venís? De J\

¿Por qué ciudad pasasteis? Por N\

¿Quién os condujo? R\

¿De qué tribu sois? J\

Reunid las iniciales de cada palabra y hallaréis el objeto de nuestros viajes y de nuestros mmist\

JNRJ

en realidad, el acrónimo que conocemos es

INRI

debido a que las letras I y J es una variable de caracteres de una misma letra, la distinción de estas letras quedó consolidada, allá por el siglo XVII.

Tengo pues aquí dos vías a desarrollar, el viaje por una columna y el significado en el interior de la misma, recordad que en el grado de compañero se nos desvela que las columnas están huecas y dentro de ellas hay espacio para colocar cosas y añado: lo que sea necesario para el grado.

Aquí colocaré una frase de Demócrito, siglo VIII a.C. que considero muy acertada a este trazado:

“Ardua tarea es penetrar en las cualidades reales de cada cosa”

 


Judea:

Significa “agradezco a Dios” o “reconozco a Dios”, situada al sur de Israel, es su parte montañosa. Originalmente implicaba el conjunto de los territorios de los reinos judíos, denominado Reino de Israel como monarquía unida. Tras la muerte del Rey Salomón esta región se dividió en el reino de Israel al norte y en el sur el Reino de Judá. El gentilicio judío proviene del nombre de Judea.

Nazaret:

Se encuentra en las estribaciones meridionales de los montes de la Baja Galilea, a 9 km al norte del monte Tabor y a 25 km al oeste del mar de Galilea. Se trata de una ciudad de especial relevancia para los cristianos debido a que, según los evangelios canónicos, los años de la vida privada de Jesús transcurrieron allí. El gentilicio Nazareno proviene de Nazaret.

El nombre griego de Nazaret aparece por primera vez en los evangelios en Mateo 2:22-23

así se cumplió lo que fue dicho por los profetas, que había de ser llamado Nazareno”

y este nombre aparece varias veces en el nuevo testamento también como Nazareth –acabado en h- o Nazará – en Mateo y Lucas.

Tradicionalmente se ha interpretado este gentilicio referido a Jesús como un juego de palabras, según la opinión, entre otros, de San Jerónimo, posiblemente derivada de la palabra hebrea natser, transcrito Nazer que significa "brote", en alusión a cierta profecía de Isaías 11:1 en que llama al Mesías

Saldrá una vara del tronco de Isaí y un vástago (Neser) retoñará de sus raíces

Sin embargo, no queda claro en concreto a qué juego de palabras profético hace alusión este texto. Se ha especulado que puede referirse a la costumbre judía de consagrarse a Dios por un período y dejarse el pelo en signo de esa consagración, absteniéndose de bebidas alcohólicas, relaciones sexuales, etc. A ese tipo de consagración se llamaba "nazareato", como el caso de Sansón, en Jueces 13:5 dice:

Pues he aquí que concebirás y darás a luz un hijo; y navaja no pasará sobre su cabeza, porque el niño será nazareno –consagrado- a Dios desde su nacimiento, y él comenzará a salvar a Israel de mano de los filisteos”.

Rafael:

Se refiere a un ángel o arcángel según la religión donde se encuadre, el cristianismo, la iglesia copta, el islam o la iglesia de los últimos días; en todas ellas está ligado a la enfermedad, las heridas, la sanación, el ángel la muerte o el ángel del Señor, es uno de los patrones del peregrino, su nombre significa entre otros “Dios sana” o “medicina de Dios”, no se puede encontrar un mejor compañero de viaje.

Judá:

Judá es un nombre de origen hebreo cuya versión griega es Ioudas (Judas) y su raíz hebrea es  Yehudá y significa “agradezco a Dios” o “reconozco a Dios”.

Como se ve, la definición es casi idéntica a Judea, tras la desintegración de esta, el reino de Judá se quedó, por decirlo así, con el nombre antiguo ya que Judá viene de judío.

El primer personaje bíblico con este nombre fue Judá, hijo de Jacob y Lea, de este personaje se habla en el Génesis y en Éxodo 1:1,6, decir solamente que ya da a entender el poderío de la tribu de Judá en el futuro, su hermano era José, también los reyes David y Salomón y Jesús de Nazaret descienden de la tribu de Judá.

Hay muchas referencias a Judá, aunque a mi entender, nuestro rito ha de referirse al León de Judá por sus correspondencias simbólicas con el oro como sol subterráneo y con el mismo sol, según el judaísmo, el mismo Jacob iniciador de la tribu de Judá al bendecir a su hijo llamado Judá, le regaló un león.

La tradición cristiana utiliza el término de "León de Judá" para representar a Jesús de Nazaret, en tanto éste era integrante de la Tribu de Judá y en el Nuevo Testamento se le menciona como "perteneciente a la tribu de David". Similar expresión se emplea en el libro del Apocalipsis para designar a Jesús: "Entonces uno de los ancianos me dijo: «No llores, porque el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos

Como dice la instrucción del Soberano Príncipe Rosa+Cruz estos son los viajes que debemos hacer, aunque lo aquí escrito está al alcance de cualquiera, a nosotros se nos han dado las herramientas necesarias para poder saber buscar los materiales mundanos y poder realizar la construcción simbólica de nuestro templo para poder despertar al Yo Soy –Dios en nosotros-, para beneficio nuestro y de la sociedad.

Para la explicación simbólica le he pedido ayuda al H\ Aldo Lavagnini y su libro “el manual del Caballero Rosacruz”.

Judea es el infierno, el dominio natural del instinto y de la pasión que se ha de reconocer y ordenar para que cese el intelecto dormido (función tamásica), sea así mismo superado el estado de inquietud, que marca diferencias y nos mantiene sujetos, es el estado general en todas las personas (función rajásica) para poder manifestar la mente de la evolución, aquella que considera que solo hay una cosa que subyace sobre todas las otras diferencias, es la realidad (estado sátvico). Es donde domina la subconsciencia, lugar de origen de toda forma de vida y de inteligencia racional y superior.

Nazaret es el estudio de la naturaleza, es decir el lugar por donde hay que pasar para salir del infierno judaico. Aquí se reconoce el nacimiento de los procesos instintivos de la naturaleza, y debido a esto se aprende a dominarlos y dirigirlos de forma inteligente y racional para que dejen de ser obstáculo para el proceso individual. Aquí tenemos el dominio de la personalidad consciente, la luz o fuego que llega a dominar las aguas de la vida y de la generación natural.

La compasión divina, que como inspiración luciferina nos crea el impulso de comer del fruto del Árbol de la ciencia del bien y del mal, corresponde a Rafael y crea en el hombre la Razón, es nuestro guía en el camino, donde establecemos un dominio inteligente sobre toda manifestación inferior. Es el Soplo de la Divina Inteligencia. Estamos en el mismo lugar simbólico en el que se retiraba Jesús para buscar inspiración, luego San Pablo y con el tiempo el fundador alegórico de la Fraternidad de la Rosa y la Cruz, recibieron su iniciación, conociendo al Cristo verdadero.

Simbólicamente la “tribu de Judá” comprende dos aspectos de la región extra consciente de la mente: el instinto subconsciente que revela nuestra naturaleza y origen animal y la intuición súper-consciente que muestra nuestra naturaleza y origen divino. Las dos expresan en dos planes distintos la misma Sabiduría Suprema, manifestando la gracia y sabiduría del Verbo Divino que transciende la razón.

Cristo o nuestra consciencia de la Verdad o el Yo Soy, nace en la Judea simbólica del dominio infernal de los instintos, para luego crecer en la luz de la región de la conciencia –Galilea- donde no se le reconoce su calidad profética. Con todo en contra es aquí donde aparecen las capacidades que han de expresarle - sus primeros discípulos – para guiar y disciplinar a la muchedumbre antes de volver nuevamente en el dominio de los instintos y errores subconscientes (Samaría y Judea)

Reunid las iniciales de cada palabra y hallaréis el objeto de nuestros viajes y de nuestros mmist\

JNRJ

Hemos crecido con un significado completamente dogmático de este acrónimo:

“Jesus Nazarenus Rex Judaeorun”               “Jesús Nazareno Rey de los Judíos”

así que no comento nada sobre esto, porque desde mi punto de vista no aporta nada.

INRI

“Igni Natura Renovatur Integra”           “La naturaleza renovada por el fuego”

Este es, otro aspecto que sí hay que tener en cuenta ya que tiene que ver con la resurrección, la purificación o renovación espiritual.

La palabra encontrada por medio de la purificación del elemento personal que es nuestro ser, nos lleva al contacto íntimo con el fuego interior que produce la vida, a veces como Creador, a veces como Conservador y otras como Destructor.

Es un fuego filosófico encarnado en la Sabiduría que actúa en lo físico y lo material, en nuestra psiquis y la más sutil esencia espiritual de la cual es el principio animador.

El fuego se identifica con la Divinidad que se expresa en su propia víctima sacrificial como, Agnus Dei, el Cordero de Dios –el signo Aries en el zodiaco-.

Es el fuego en que se aparece Dios a Moisés como zarzal ardiendo, el mismo de San Pablo en Hebreos 12.29: “porque nuestro Dios es un fuego consumidor”

En su aspecto renovador y regenerador se presenta al inicio del año solar, cuando el sol entra en el signo de Aries y así nueva vida aparece en toda la naturaleza en especial la vegetación.

La festividad más importante de los Rosacruces filosóficos es el Jueves Santo, es igualmente la glorificación del fuego místico o filosófico, que regenera y renueva toda la naturaleza, es el fuego interno que termina con todas las impurezas físicas y morales. El segundo bautismo del que hablaba Juan.

Una vez renovado física u espiritualmente, resurge con toda su fuerza la Vida Crística o Hirámica de la individualidad, mediante la crucifixión de la personalidad.

Acabo aquí, mis muy QQ\PP\CC\, dejando más preguntas que respuestas y con una larga plancha trazada, inusual en mí, pero es tan inmensa la simbología y enseñanza que encierra este grado que no se puede explicar, hay que sentirlo. 

“El Amor Puro, simbolizado por el Pelícano, que, para el Hombre Liberado, es el motivo impersonal de todas sus acciones”.  Aldo Lavagnini.

He dicho

Fernando Merchán Marin, V Orden, Gr\9 y último del Rito Moderno o Francés, Grado33º R\E\A\A\, M\I\
Gran Secretario del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador.
Ministro de Estado y Gran Orador del Supremo Consejo del Grado 33º y último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para España.
Miembro del Supremo Consejo del Grado 33º y último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado de las Islas Filipinas

El Valle de Josafat en los rituales y divulgaciones primigenios

Cuando revisamos las primigenias divulgaciones y rituales, e incluso compendios posteriores de ya bien entrado el Siglo XVIII, aparece ante nuestros ojos la cita de un lugar sagrado, bendecido y ciertamente misterioso donde se expresa que se halla ubicada la Logia: este lugar es el Valle de Josafat mencionado en los pasajes bíblicos del libro de Joel (Jl 3.2 y 12). Este “valle de bendiciones” e incluso “lugar del juicio de Yahveh, precisa de una técnica hermenéutica que aporte una comprensible relación con la exégesis bíblica que será proyectada en los materiales masónicos primigenios.

A tal efecto, recurro a la sapiencia del masonólogo, filósofo y amigo, Patrick Négrier, expuesta en su ingente obra y a mis conversaciones con él, quien siempre me da la pista a seguir para encontrar respuesta a mis interrogaciones.

Para ello vamos a ubicarnos en el material del Graham y la genealogía del Mot de Maçon de 1726: el Graham es un ritual de la Palabra de Masón pero que contiene algunos materiales de los Antiguos Deberes como lo hacía también el Dumfries nº4 de 1710, si bien mientras el Dumfries yuxtaponía ambas tradiciones rituales haciendo seguir a una versión de los Antiguos Deberes una versión del Mason Word, el Graham hace inserir completamente los elementos del Mot de Maçon en la trama misma de una versión de los Antiguos Deberes, evocando el toque de maestro de los “cinco puntos” y la palabra de Maestro “Marrow in this Bone” (materiales del Mason Word) en el sujeto de Noé (figura de los Antiguos Deberes).

Para explicar la inserción de los materiales del Mason Word en una trama de los Antiguos Deberes, o la aceptación en Logia de personas ajenas al oficio, así como otras especificidades también de gran importancia, deberíamos dedicar un análisis de los Antiguos Deberes contenida en el Graham así como de los materiales intervinientes para explicar tal hecho.

Centrándonos en este ensayo en el cometido de explicar la aparición y la hermenéutica del Valle de Josafat, hablaremos de Betsalé’el, la práctica de la aceptación y el juramento de secreto:

En tiempos de Betsalé’el, el constructor del tabernáculo del Éxodo (Ex. 31, 1-5), los dos hermanos del rey Alboyne (figura tomada de los Antiguos Deberes, pero representando alegóricamente a Moisés) “desearon ser instruidos” por Betsalé’el “en su noble ciencia”. “Él consintió con la condición de que no la revelarían el uno sin el otro para hacer una triple voz –en otro trabajo abordaré este tema y la Regla de Tres-; entonces inauguraron un juramento y les enseñó las partes teórica y práctica de la masonería […] Fue entonces cuando los masones fueron contados entre los reyes y príncipes. Finalmente, cercana la muerte de Betsalé’el deseó ser enterrado en el Valle de Josafat. Se grabó sobre él, conformemente a su mérito –lo que fue cumplido por esos dos príncipes-, y se grabó lo siguiente. “Aquí yace la flor de la masonería superior a muchos otros compañeros, hermano de un rey y de dos príncipes. Aquí yace el corazón que pudo esconder todos los secretos, aquí yace la lengua que jamás los reveló”. Este pasaje del Graham es claro: utiliza la figura de las Constituciones de 1723 sobre Betsale’el (uno de los arquitectos de los tres principales monumentos de la Biblia) para asignarle de una parte la práctica de la aceptación en logia de personas ajenas al oficio de masón (que eran frecuentemente nobles) y por otra parte el juramento de secreto característico del rito de la Palabra de Masón (podemos preguntarnos también de paso si la “flor” en cuestión no hacía referencia al acróstico TULIP (tulipán) cuyas letras eran las iniciales de los “cinco puntos del calvinismo”).

Quiero hacer notar que la práctica de la aceptación no era propia solamente a las logias practicantes del Mot de Maçon: esta se encontraba ya en las logias practicantes de los Antiguos Deberes. Y remarquemos también que el “valle de Josafat” cuyo nombre significa “YHVH juzga”, y que aparece en Joel 4, 2-12 como siendo el lugar del juicio final, se encontraba ya mencionado en el Examen d’un maçon de 1723, probablemente en relación con el juramento de secreto por el cual el masón juraba no revelar nada del rito bajo pena de padecer la pena capital el día del juicio final (compárese con el contenido del juramento de secreto en el Edinburgh de 1696). De hecho, el Graham menciona el “valle de Josaphat” en relación con el hecho que Betsale’el no reveló nada de los secretos de la masonería. Como precisión importante, debemos indicar que en el rito del Mason Word, y esto desde el Edinburgh de 1696, el secreto solamente se refería sobre los elementos del rito y no sobre la pertenencia de sus miembros a la logia, como lo confirma durante la primera mitad del Siglo XVIII la existencia de procesiones públicas de masones donde en el transcurso de las mismas estos desvelaban inevitablemente su pertenencia.

Joaquim Villalta, 33º R.E.A.A., V Orden, Gr.·. 9 y Último del Rito Moderno o Francés,
M.·. I.·.
Director de la Academia Internacional de la V Orden - UMURM
Gran Orador del Sublime Consejo del Rito Moderno para el Ecuador
Miembro Honorario del Soberano Grande Capítulo de Cavaleiros Rosa-Cruz de Portugal - Gran Capítulo General del Rito Moderno y Francés de Portugal.
Miembro Honorario de la R.·. L.·. Estrela do Norte nº 553 del Grande Oriente Lusitano.
Gran Canciller para Europa del Gran Oriente Nacional Colombiano.
Miembro Honorario del Soberano Supremo Consejo del Grado 33 para el Escocismo de la República del Ecuador.
Miembro del Supremo Consejo del Grado 33º y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado de la Islas Filipinas.
Miembro Honorario del Supremo Consiglio del 33º ed Ultimo Grado del R.S.A.A. per l’Italia e sue Dipendenze.
Miembro del Suprême Conseil du 33e Degré pour la France et la Pincipauté d'Andorre du Rite de Cerneau.
Pasado Presidente de la Confederación Internacional de Supremos Consejos del Grado 33º del R.·. E.·. A.·. A.·.
Muy Poderoso Soberano Gran Comendador del Supremo Consejo del Grado 33º para España del Rito Antiguo y Aceptado.
Gran Comendador del Soberano Gran Consejo de los Príncipes del Real Secreto de España, Rito de Perfección.
Teniente Comendador del Souverain Grand Chapitre de Princes du Royal Secret - Ordre du Royal Secret.
Masonólogo.

La correspondance entre René Guilly et Jean van Win

La correspondance entre René Guilly et Jean van Win

La revue Tradition(s) (revue des Ordres de Sagesse du Grand Chapitre Général Opéra) a publié un numéro hors-série consacré à René Guilly, le franc-maçon qui est à l’origine de la renaissance du rite des Moderns en France[1].

René Guilly a été un maçon traditionaliste, qui aimait l'histoire et l’histoire maçonnique, essayait de la connaître et de la comprendre, et croyait que la Tradition maçonnique véritable n'appartient nullement au passé et qu’elle est totalement vivante.

Ce n’est pas seulement la correspondance entre Guilly et van Win qui est examinée dans ce numéro monographique, mais c’est à cela qu’on va s’intéresser en particulier ici ; sans oublier toutefois de mentionner les contributions de Paul Paoloni, « René Guilly et le réveil du Rite Français » (p. 13-15) et de Roger Dachez, « René Guilly, l’homme, le projet » (16-24). Le premier de ces deux essais reprend en le simplifiant un texte qui avait déjà paru dans la revue Renaissance Traditionnelle[2] et qui retrace le rôle du Frère hollandais Henri van Praag, Très Sage en 1940 du Chapitre De Roos à Medan, qui procéda d’abord à la réception de six Frères français au IVème Ordre, les 31 mars et 27 octobre 1963 à La Haye, et ensuite à l’installation du Chapitre Français Jean-Théophile Désaguliers n. 1 à Paris le 30 novembre 1963. Mais Jean van Win a démontré à ce sujet que « jamais les Hauts Grades des Pays Bas ne travaillèrent selon le Rite Moderne Français, bien qu’ils se soient constitués par analogie avec ce système, mais il ressort aussi que jamais patente ne leur fut accordée par le Grand Orient de France. »[3] Le second retrace l’action de René Guilly par un Frère qui l’a connu et assidument fréquenté pendant quelques années, dans le but de montrer « a quel point son travail fut déterminant pour que la franc-maçonnerie, dans notre pays, récupère – parfois avec grande difficulté – des pans entiers de sa tradition alors en grande partie perdue. » (p. 16).

Le rituel mis au point par René Guilly au sein de la Loge du Devoir et de la Raison, du Grand Orient de France à Paris, qui est appelé aujourd’hui « Rite Français Traditionnel », fut d’abord appelé « Rite Moderne Français Rétabli », faisant ainsi référence dans son intitulé au rite pratiqué par les franc-maçons anglais qui ont fondé à Londres en 1721-1723 la franc-maçonnerie dite spéculative, qui seront qualifiés de Moderns par les francs-maçons irlandais arrivés vers 1750 et se qualifiant eux-memes d’Antients. L’adjectif « Français » faisant référence à sa pratique en France lorsque ce rite fut importé de la Grande Bretagne sur le continent et traduit en langue française ; le mot « Rétabli » pour indiquer que ce rituel avait été rétabli grâce à un travail d’enquête et de reconstruction historique du rite original à partir des textes et des témoignages disponibles. Devant l’impossibilité de convaincre les Frères du GODF de prêter serment sur l’Evangile de St Jean, René Guilly, qui entretemps a été aussi reçu CBCS au RER, donne les démissions du GODF en 1964 et se tourne vers la GLNF-Opéra, où il présidera pendant quatre ans la Loge Les Forgerons du Temple n. 52, qu’il avait convaincu le 28 octobre 1961 de changer de nom pour s’appeler Jean-Théophile Désaguliers n. 52 et pratiquer le « Rite Moderne Français Rétabli ». Dès 1962 il envisage la création d’un Souverain Chapitre Français portant le même nom et pratiquant le quatre Ordres du Rite. C’est à ce moment qu’intervient dans l’histoire le Frère hollandais Henri van Praag.

La correspondance entre Guilly et van Win est reproduite aux pp. 35-61, et c’est la publication de ces documents qui rend ce dossier particulièrement intéressant, même si la transmission du rite n’a donc pas pu avoir lieu, en dépit de la belle et émouvante histoire qui nous est encore une fois racontée dans ces pages par Paul Paoloni.

La relation entre René Guilly et Jean van Win ne fut pas exclusivement épistolaire[4] (sont reproduites ici les lettres échangées entre 1989 et 1992, dont les originaux ont été remis par Jean van Win le 30 avril 2022 à la GLTSO[5]) et dans son introduction Jean van Win raconte les circonstances de sa première rencontre avec René Guilly le 20 avril 1989. Cette rencontre eut lieu grâce au Frère René-Jacques Martin, Très Sage du Chapitre de Lille La Rose et le Lys, qui lui donna les cordonnées de René Guilly à Paris.

En retraçant l’histoire du Chapitre belge Le Prince de Ligne Jean van Win, qui en a été le Très Sage, fait aussi celle du retour du « Rite Français Traditionnel » en Belgique.


Fabrizio Frigerio, Vème Ordre, Grade 9

Souverain Grand Commandeur du Suprême Conseil du Rite Moderne pour la Suisse,
Membre Honoraire du Grand Chapitre des Chevaliers Rose-Croix du Portugal,
Membre de l’Académie du Vème Ordre de lUMURM.

[1] La correspondance entre René Guilly et Jean van Win, N. Hors-Série, mars 2024, 64 pages.

[2]« Aperçus sur l’oeuvre maçonnique de René Guilly », Renaissance Traditionnelle, no 201-202, janvier-avril 2022.

[3] Histoire du Chapitre néerlandais de Rite Moderne Français De Roos, 8 novembre 2011.

[4] La lettre de Réné Guilly à van Win du 14 décembre 1991 a déjà été reproduite dans les Annexes (pp. 106-113) consacrés à la correspondance maçonnique de René Guilly dans la revue Renaissance Traditionnelle.

[5] Photo de la remise au Grand Maître Philippe Meiffren  à la p. 62.